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26 de octubre de 2010

En la prensa Septiembre 2010

La ley penal del menor, en riesgo de "penar" más que "reeducar"

La presidenta de la Audiencia, Esther Erice, apostó por una aplicación responsable y eficaz
Un curso de verano organizado por UNED analiza la violencia en los menores y sus causas

M.J.C. . PAMPLONA Martes, 14 de septiembre de 2010 - 04:00 h.

La legislación española de Responsabilidad Penal de los Menores y su aplicación se encuentra actualmente en una "encrucijada", a juicio de la magistrada Esther Erice, presidenta de la Audiencia Provincial de Navarra.

En concreto, explicó ayer, corre "el riesgo" de dejarse llevar por un camino "punitivo", olvidando o dejando de lado la filosofía reeducativa y rehabilitadora con la que nació y de algún modo "dando por perdidos" a estos menores, "enviándoles" al "país de Nunca Jamás", lejos de la sociedad.

Y es que, a su juicio, las reformas sucesivas de la ley desde que se aprobó en 2000, así como la presión generada por la alarma social ante algunos sucesos y otros factores como la falta de medios en algunos casos está llevando a que cada vez sea "más borrosa" la frontera entre la responsabilidad penal del menor y la del adulto, que "no pueden ser nunca iguales porque el menor es una persona que aún no ha terminado de crecer y formarse".

Erice participó como ponente en el curso de verano "Menores, jóvenes y violencia", organizado por la UNED de Pamplona, y que tiene lugar en el Civivox Condestable. Inauguraron el curso Mª Dolores Serrano, profesora de Derecho Penal y Criminología de la UNED, y Nahikari Sánchez, presidenta de la Asociación Profesional de Criminólogos de Navarra. Asisten cien personas.

Derechos, sanciones, alarma

Con el título "Responsabilidad penal de los menores versus envío al país de Nunca Jamás", la magistrada comenzó por recordar que el de los menores es un colectivo "especialmente vulnerable" y que requiere de un "abordaje multidisciplinar". Recordó, asimismo, la legislación internacional y nacional, cuyo principio clave es "el interés superior del menor". A continuación hizo un recorrido por distintos modelos de regulación de la respuesta a la comisión de ilícitos penales por parte de menores (modelo tutelar o protector, educativo o rehabilitador, de responsabilidad, mixto...) a lo largo de la historia y en distintos países y la "preocupación" por cómo salvaguardar los derechos de los menores al mismo tiempo que se sancionan sus infracciones o delitos, con qué tipo de medidas y su eficacia.

La Ley del 2000 intentó encajar todo ello pero la alarma social generada por algunos delitos muy graves cometidos por menores -pese a que "son escasos"-, llevó a reformarla, "endureciéndola". Y, añadió, aunque los cambios afectaron a determinados tipos de delitos (violaciones, homicidios, etc.), dieron a la ley "un giro" hacia una filosofía -o al menos a una percepción de ella- más punitiva y sancionadora que rehabilitadora o reeducadora. Un giro que, además, se corresponde con una especie de nuevo "paradigma" social actual que parece percibir "más niños peligrosos" que "niños en peligro".

Para evitar seguir por este camino, Erice apostó por aplicar la Ley de manera razonable y teniendo en cuenta los principios de la Convención de Derechos del Niño, poner los medios suficientes para poder aplicar las muchas medidas alternativas al internamiento, fuerte trabajo en red entre todas las instituciones y profesionales implicados, etc.


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